La vida está en otra parte

miércoles, septiembre 28, 2005

Oferta

De vez en cuando tenía ciertos momentos de lucidez, y éste era uno de ellos.
No llegaba a comprender donde estaba, no podía reconocer sus muebles, sus pertenencias. Todo le resultaba desconocido: la vieja lámpara de pie, el antiguo candelabro de plata, el rasgado sillón Luis XV. Definitivamente, no eran sus cosas. Algo funcionaba mal.
Sin embargo se sentía lúcida, lejos de aquellos desvaríos que la atacaban frecuentemente y que la hacían desfallecer.
Se levantó del sillón de pana verde en que se encontraba reposando, y caminó entre objetos de bronce, estatuas de mármol y otros cachivaches. ¿Dónde estaba? Pasaba esquivando muebles viejos que le recordaban aquellas épocas de su juventud, de tertulias y tardes de tejido.
Salía por una puerta, ingresaba por otra, pero todos los ambientes se encontraban a oscuras, lo que le provocó más de un tropezón. Ella le echó la culpa al fracaso de la última operación de cataratas, sin embargo el problema era que las luces se encontraban apagadas y no atinaba a dar con la tecla para encenderlas.
Cansada, se sentó sobre un taburete. Girando su frágil cuerpo sobre el mismo, se encontró ante una lustrosa pianola que la invitaba a acompañar su soledad con un poco de música. Intentó algunos acordes de Para Elisa, pero el reuma de sus dedos cansados le hizo desistir del intento.
Volvió a pararse y recorrer un poco más el lugar.
Mirando hacia el techo vio una figura de ángeles tallada sobre la ventana cerrada. Esa imagen le recordó un lugar: era la vidriera de aquella casa de empeños a donde su nieto la había llevado engañada unos años antes y le vendió todas sus joyas.
Sí, no cabían dudas, era ese lugar. El negocio debería estar cerrado, por eso las luces estaban apagadas y desde la vidriera, una cortina metálica le impedía ver la calle. ¿Pero que hacía ella allí?
Mientras pensaba, se sentó nuevamente en el sillón de pana verde, acomodándose el cartelito que le colgaba del cuello y que decía con letra prolija: Oferta $ 49,90.

5 Comments:

  • che, este me dió miedo.

    de que un día me pase algo así

    qué feo

    By Blogger Loli, at 11:58 a. m.  

  • Por las dudas mejor ir tramitando un seguro de retiro.

    By Blogger Scaramouche, at 12:19 p. m.  

  • Juajuajua. Juro que no es mi abuela!

    By Anonymous Anónimo, at 12:36 p. m.  

  • Pobre viejita. es muy triste eso.

    By Anonymous Anónimo, at 12:46 p. m.  

  • Villano: No embrome. Usted es capaz de venderse a si mismo.

    Agustina: Es un cuentito. ¡Nunca pasó, nunca pasó!

    By Blogger Scaramouche, at 6:31 p. m.  

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